jueves, 10 de enero de 2008

Graduaciones



Irlanda resulta tan atractiva que algunos listos no han dudado en aprovechar su buen nombre para vivir del cuento organizando una estafa de categoría. En el ‘Cuaderno del domingo’ de El Periódico del pasado 27 de enero se publicaba un reportaje de Begoña Arce desde Londres con el siguiente titular: “La Universidad que nunca existió”.
A lo largo de siete años, la Irish International University (IIU) había inscrito a 5.000 alumnos de todo el mundo, ofreciéndoles cursos ridículos y títulos sin valor a cambio, eso sí, de costosas matrículas. Los 40.000 estudiantes extranjeros que cada año viajan a Londres para cursar una carrera son víctimas propiciatorias para este tipo de universidades fraudulentas. “El fraude es tan elaborado y convincente que los estudiantes pueden terminar unos cursos completos de tres años sin darse cuenta de que les están timando”, afirma Angela Sasimi, reportera de la BBC que ha investigado esta estafa universitaria.
Una elaborada y engañosa web mostraba imágenes de felices graduados recogiendo sus diplomas. Las ceremonias de graduación se celebraban en aulas y salones alquilados en las prestigiosas universidades auténticas de Oxford y Cambridge, un reclamo publicitario infalible para captar nuevas víctimas. Toda la farsa la había organizado Jeffrey Wooller, un contable de profesión que se hacía pasar por Su Excelencia el barón Knowth y que residía en Mónaco. Según declaró él cínicamente, “todo es falso, pero los estudiantes son felices en su ignorancia. Logran sus títulos y los patronos los aceptan. Se lo cuentan a sus amigos y la universidad se multiplica”.
Al parecer este caso no es único. Sólo en Gran Bretaña habría mil centros privados de enseñanza sin los niveles mínimos requeridos, y Londres es el epicentro del problema.
Así que mucho ojo. Todo lo bueno se imita, pero hay que saber rechazar imitaciones. Esta falsa universidad no era irlandesa ni tenía nada que ver con Irlanda. La verdadera Irlanda no tiene la culpa de nada. ¡Faltaría más…!